Sandro y Susana Giménez: celos, golpes y escándalos que mancharon este romance
El romance entre Sandro, el icónico cantante argentino, y Susana Giménez, una de las presentadoras más queridas del país, ha estado marcado por la controversia, los celos y los escándalos. Ambos alcanzaron la cúspide de su popularidad en los años 70, cuando protagonizaron juntos una de las películas más románticas de la época. Sin embargo, la atracción que sentían se vio empañada por sus respectivas parejas y la violencia que rodeaba a Susana.
Sandro, conocido como el “gitano” por su carisma y su música, siempre mantuvo en privado su vida amorosa, pero con Susana hizo una excepción. La química entre ellos era palpable, tanto en la pantalla como fuera de ella. Sin embargo, el boxeador Carlos Monzón, ex pareja de Susana, no dudó en mostrar su ira y celos, lo que generó situaciones tensas y violentas.
La relación de Sandro y Susana se complicó aún más con la llegada de rumores sobre el carácter agresivo de Monzón, quien años más tarde sería encarcelado por la muerte de su esposa. A pesar de su atracción mutua, Sandro y Susana nunca pudieron concretar su amor, en parte debido a las circunstancias que los rodeaban y a las relaciones fallidas que ambos mantenían en ese momento.
Con el paso de los años, ambos continuaron sus carreras, pero el recuerdo de su conexión siempre estuvo presente. En diversas ocasiones, Sandro intentó acercarse a Susana, pero ella había encontrado un nuevo amor en Humberto Roviralta, lo que complicó aún más su historia. Tras un escandaloso divorcio con Roviralta, Susana se sintió vulnerable y, en esos momentos, Sandro estuvo a su lado, brindándole apoyo emocional.
A pesar de los intentos fallidos y los obstáculos, la admiración entre ellos perduró. Sandro siempre trató a Susana con respeto y galantería, lo que la llevó a recordar con cariño su relación. Aunque nunca se concretó un romance definitivo, su historia sigue siendo un hito en la cultura popular argentina, marcada por la pasión, el drama y la complejidad de sus vidas.