La icónica figura de la música y el cine mexicano, Flor Silvestre, ha vuelto a estar en el centro de la atención mediática tras la reciente confirmación de su hija sobre los rumores que han rodeado la vida amorosa de su madre. Flor Silvestre, cuyo nombre real era Guillermina Jiménez Chaboya, nació el 16 de agosto de 1930 en Salamanca, Guanajuato. Desde su infancia, mostró un talento excepcional para la música, influenciada por su madre, quien la animó a seguir sus sueños artísticos.
A lo largo de su carrera, Flor Silvestre se destacó no solo en la música ranchera, sino también en el cine clásico de México, convirtiéndose en un ícono durante las décadas de 1950 y 1960. Su vida personal, sin embargo, estuvo marcada por una serie de tumultuosas relaciones amorosas, incluida su primera unión con el locutor Paco Malgesto, que terminó en un escandaloso divorcio debido a acusaciones de infidelidad y violencia doméstica. Tras esta tormenta, encontró el amor verdadero con el cantante Antonio Aguilar, con quien se casó en 1959, formando una de las parejas más queridas del espectáculo mexicano.
Recientemente, su hija ha compartido detalles sobre la relación de Flor con otros artistas, revelando que su madre fue cortejada por figuras prominentes como Javier Solís, aunque su corazón siempre perteneció a Antonio. A pesar de los desafíos que enfrentó, incluyendo la separación de sus hijos en su primer matrimonio, Flor logró construir un legado que perdura a través de sus descendientes, como su hijo Pepe Aguilar y su nieta Ángela Aguilar, quienes siguen sus pasos en la música.
Flor Silvestre falleció en noviembre de 2020, a la edad de 90 años, dejando un legado imborrable en la cultura mexicana. Su vida es un testimonio de resiliencia y pasión, inspirando a generaciones con su arte y su historia de amor inquebrantable. La revelación de su hija sobre los romances del pasado no solo ilumina su vida personal, sino que también reafirma su estatus como una de las figuras más queridas en la historia del entretenimiento mexicano.