En el mundo del espectáculo, no todo es glamour y éxito; algunos famosos han sido señalados por su implicación en actos de corrupción y evasión fiscal. Entre ellos, destaca Lupita D’Alessio, conocida como “La leona dormida”, quien fue arrestada en 1993 por evasión de impuestos. La cantante llegó a ser detenida en el aeropuerto de la Ciudad de México, lo que marcó un escándalo en su carrera.
Otro caso notable es el de Emmanuel, acusado en 2017 de desfalco por 11 millones de dólares en un proyecto ecológico en Chiapas. A pesar de que el cantante negó las acusaciones, se le vinculó a un fraude que involucraba la desviación de fondos destinados a la conservación del río Sabinal.
Sergio Mayer, exintegrante de Garibaldi y actual diputado, también ha estado en el ojo del huracán por presuntos actos de corrupción en la Cámara de Diputados. Fue acusado de recibir sobornos para aprobar proyectos culturales, lo que ha despertado controversia y desconfianza entre sus colegas.
La internacionalmente conocida Shakira ha enfrentado graves acusaciones de fraude fiscal en España, donde se le exige el pago de 14 millones de euros. La cantante ha sido señalada de evadir impuestos durante su residencia en Barcelona, lo que la llevó a aceptar una multa millonaria para evitar la prisión.
Por su parte, Isabel Pantoja fue condenada a dos años de cárcel por blanqueo de capitales, en un caso que involucró a su expareja, el alcalde de Marbella, quien estaba implicado en el desvío de fondos públicos.
En el ámbito del fútbol, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo también han sido acusados de fraude fiscal, reflejando una tendencia preocupante entre los deportistas de élite. Además, figuras como Belinda han enfrentado acusaciones de fraude en México, involucrándose en disputas legales por deudas y contratos no cumplidos.
Estos casos no solo evidencian la falta de ética en algunos artistas y deportistas, sino que también resaltan la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad en el manejo de sus finanzas. La lucha contra la corrupción en el espectáculo y el deporte sigue siendo un tema candente, dejando a muchos preguntándose si la fama puede cegar la moralidad.