La hija de Salma Hayek, Valentina Pinault (en la foto), ha conseguido su primera portada de Vogue a la tierna edad de 14 años, junto a su madre, una estrella de cine. Valentina y Salma, de 55 años, comparten la portada de este mes de Vogue México, donde la pareja, bendecida genéticamente, hace pucheros una al lado de la otra.
En una entrevista realizada en español, Salma habla sobre cómo llegó a ser madre a una edad más avanzada, cómo su hija le roba la ropa y qué piensa sobre que Valentina siga sus pasos en Hollywood. Mientras tanto, Valentina revela sus sueños de convertirse en actriz y directora, pero también enfatiza la importancia de ayudar a los demás.
Tanto la madre como la hija vistieron ropa de diseño para la sesión de fotos, aunque Valentina insistió en que suele llevar ropa deportiva. Aun así, se beneficia del armario de ropa de diseño de su madre, proporcionado en parte por la empresa de su padre, François-Henri Pinault, Kering, que posee marcas de moda como Balenciaga, Bottega Veneta, Gucci, Alexander McQueen e Yves Saint Laurent.
“Nos peleamos por la ropa porque ella se lleva todo de mi armario”, dijo Salma. “Desde pequeña nunca me dejó elegir su ropa, y eso siempre me gustó”, agregó. “[Y] ella es muy buena con el maquillaje. Yo soy buena con el maquillaje, pero ahora ella me enseña”. La pareja tiene más en común que solo la ropa: también ambas hablan español, y les gusta hacerlo para hablar en privado en público. “Cuando estamos con más gente me gusta porque es como un secreto porque nadie habla español, porque con mi papá hablo francés”, dijo Valentina.
Valentina quiere seguir los pasos de su madre en Hollywood, primero como actriz y luego como directora. Sin duda, tendrá una ventaja gracias a sus padres, pero Valentina también habló de lo importante que es sentir pasión por solucionar los problemas del mundo.
En particular, le conmueve el problema de las personas sin hogar, “porque tengo amigos que no tienen casa”. Por eso trabaja como voluntaria en un comedor de beneficencia, y las personas que ha conocido allí le han abierto los ojos.
“Aprendí que cada persona sin hogar tiene una historia diferente”, dijo. “Todo el mundo asume que están sin hogar porque consumen drogas o porque no trabajan”, dijo. En la foto, Salma, Valentina y François-Henri Pinault.
Además, añadió: “Es más, cuando ves a alguien durmiendo en la calle, tienen la misma reacción: lo sientes, pero no quieres acercarte. Creo que es importante acercarse y escuchar en lugar de ignorarlos y creer que no es tu problema ni nuestro problema”.
En otra parte de la entrevista, Salma habló sobre convertirse en madre a los 40 años, diciendo que en ese momento de su vida sentía que “ya había hecho muchas cosas en mi vida” y estaba “orgullosa” de sus logros. De hecho, cuando se convirtió en madre, estaba lista para abandonar su carrera como actriz por completo, pero su esposo la convenció de volver a trabajar “porque en algún momento podría extrañar mi profesión” y “me permite dar rienda suelta a mi creatividad, y porque soy una artista”.