Cientos de fanáticos, amigos y familiares de Paul Flores se dieron cita en el cementerio Mafre en Piura para rendir un emotivo homenaje al cantante, quien dejó una huella imborrable en el corazón de sus seguidores. La ceremonia, marcada por la tristeza y la esperanza de justicia, se desarrolló en un ambiente de profunda conmoción, donde el féretro de Flores fue recibido con aplausos y un grito unísono de “justicia” por parte de los presentes.
Durante la misa, los seguidores, que se mantuvieron a una distancia respetuosa de la tumba, se llenaron de lágrimas al despedirse del artista de Armonía 10. Muchos se acercaron para dejar flores y persignarse como muestra de respeto y cariño. La emotividad del momento fue palpable, con rostros conmovidos y corazones dolientes que recordaban la música y el legado de Paul.
La familia de Flores, visiblemente afectada, encabezó una marcha por la paz desde muy temprano, exigiendo justicia no solo para él, sino también para todos aquellos que han sufrido injusticias similares. “Descanse en paz, Paul Flores”, se escuchó en varias ocasiones mientras la multitud se unía en un clamor colectivo.
El caso de Paul Flores no termina aquí; las autoridades ahora tienen la responsabilidad de llevar a cabo una investigación exhaustiva para identificar y castigar a los culpables. La comunidad espera que se haga justicia y que el legado musical de Paul continúe inspirando a las futuras generaciones. Este último adiós no solo representa una despedida, sino también un llamado a la acción por un cambio significativo en la sociedad.