Mauro Icardi se encontró en medio de una situación tumultuosa tras un intento de reencuentro con sus hijas, Fran e Isi, después de 60 días de separación. Esto ocurrió después de que un juez interviniera, dado que Wanda Nara no había respetado un acuerdo previo sobre la custodia de las menores. El conflicto comenzó cuando Icardi llegó al colegio para recoger a sus hijas, pero se encontró con que Fran estaba en un campamento y que Isi tenía a uno de sus perros, lo que complicó la situación.

El futbolista se negó a llevarse la mascota a su hogar en Nordelta, lo que provocó una discusión. Según el periodista Ángel de Brito, esta disputa es considerada trivial por los adultos, pero para las niñas, que ya están lidiando con el duelo de la separación de sus padres, los perros representan un vínculo emocional importante. Icardi, en un intento de resolver la situación, se dirigió al departamento de Wanda, lo que le está prohibido por orden judicial.

Durante el tenso encuentro, se filtraron videos que mostraban la presión del momento, con la intervención de la policía. Icardi argumentó que su abogada podría solucionar el asunto rápidamente, mientras que sus hijas gritaban que no querían irse. Finalmente, ante la insistencia de las menores y la amenaza de una orden de detención, Icardi decidió dejar a las niñas con su madre y se retiró del edificio.

Este incidente ha generado un gran revuelo mediático y plantea serias dudas sobre la validez de la orden de detención que le fue impuesta a Icardi. La situación pone de manifiesto la complejidad de las relaciones familiares tras una separación, resaltando cómo los conflictos pueden escalar rápidamente en el contexto de una custodia compartida.