La televisión mexicana ha sido testigo de momentos sublimes que han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva de su audiencia. Entre los episodios más épicos se encuentra el incidente protagonizado por el periodista Marco Martínez, quien, sin saber que estaba al aire, lanzó insultos a los conductores de Televisa, desatando una ola de risas y memes en redes sociales. Aunque no ofreció disculpas, la situación se convirtió en tendencia y, años después, el mismo Martínez revivió su exabrupto en un anuncio comercial.

Un recuerdo igualmente notable fue la confusión de Pedrito Sola en 2008, quien, al mencionar la mayonesa Hellmann’s, se confundió y nombró a su competidor. Aunque le costó una multa de $5,000, la marca mostró misericordia 16 años después, celebrando su “reconciliación” con un nuevo anuncio.

En 2002, la rivalidad entre Ventaneando y La Oreja llevó a un enfrentamiento en vivo por una exclusiva con la modelo Carmen Campuzano, quien, tras un accidente, estaba en el centro del escándalo mediático. La pelea entre reporteras se convirtió en un momento inolvidable que dejó a la audiencia boquiabierta.

Otro episodio que marcó la televisión fue cuando Carlos Arenas, en un intento de demostrar la resistencia de unos lentes, terminó rompiéndolos en plena transmisión, un momento que él mismo considera uno de los más vergonzosos de su carrera.

La noche del estreno de “El rito” con Anthony Hopkins también se volvió viral gracias a la mala pronunciación de Joaquín López-Dóriga, creando el hashtag #juaderito. Otros momentos memorables incluyen la metida de pata de Mauricio Barcelata y las ocurrencias de Galilea Montijo, que han contribuido a la riqueza del entretenimiento mexicano.

Estos incidentes, a menudo hilarantes y sorprendentes, no solo han entretenido a la audiencia, sino que también han generado un sinfín de memes y discusiones en redes sociales, reafirmando el impacto de la televisión en la cultura popular de México.