Sasha Montenegro, la controvertida actriz que se convirtió en la esposa de José López Portillo, el expresidente de México, falleció hace un año, dejando tras de sí un legado de escándalos y secretos. A lo largo de su vida, Montenegro fue una figura polarizadora, cuya vida personal estuvo marcada por rumores y controversias que aún persisten en la memoria colectiva del país.
Nacida como Alexandra Simovic Popovic, Montenegro comenzó su carrera en el cine de ficheras, donde su belleza deslumbrante la catapultó a la fama. Sin embargo, su historia dio un giro inesperado cuando comenzó un romance clandestino con López Portillo, quien, en ese momento, aún estaba casado con la primera dama Carmen Romano. Su relación se convirtió en un secreto a voces, y aunque muchos especulaban sobre sus verdaderas intenciones, Montenegro siempre defendió su amor por el exp presidente.
Los rumores no solo giraban en torno a su relación con López Portillo, sino también a su vida personal. Se decía que la actriz había maltratado al expresidente en sus últimos años, lo que provocó indignación entre sus seguidores. Además, la familia de López Portillo la acusó de intentar quedarse con su fortuna tras su fallecimiento en 2004, lo que desencadenó una batalla legal por la herencia.
Montenegro, quien siempre se mantuvo en el ojo público, incluso demandó a una periodista que la calificó despectivamente, demostrando que aún poseía influencias en el ámbito judicial. A pesar de su tumultuosa vida y las controversias que la rodearon, su historia es un recordatorio de las complejas interacciones entre el poder, el amor y el escándalo en la política mexicana.
Su muerte, causada aparentemente por un derrame cerebral, dejó muchas preguntas sin respuesta: ¿Amó realmente a López Portillo o solo jugó sus cartas en un juego de poder? La historia de Sasha Montenegro continúa siendo objeto de debate, y su legado sigue vivo en la memoria de quienes siguieron su vida tumultuosa.