Laura Zapata, una de las figuras más icónicas del espectáculo mexicano, ha protagonizado una serie de intensas batallas a lo largo de su carrera, tanto en el ámbito profesional como en su vida private. Reconocida por sus papeles de villana en telenovelas, su carácter fuerte y su lengua afilada la han llevado a ser parte de diversas controversias que han marcado su imagen pública.
Recientemente, la muerte de su hermana Ernestina Sodi, ocurrida el 9 de noviembre de 2024, reavivó viejos rencores familiares. En el funeral, al que asistieron solo familiares cercanos, surgieron rumores sobre la prohibición de su entrada a la funeraria, lo que Laura desmintió al enviar un mensaje a la familia de Ernestina, sugiriendo que los conflictos pasados debían quedar atrás. Esta reconciliación pareció efímera, pues las tensiones entre ellas datan de más de 20 años, cuando ambas fueron víctimas de un secuestro en 2002.
Laura ha enfrentado a su hermana a través de los años, especialmente después de que Ernestina publicara un libro en el que cuestionaba la veracidad de la versión de Laura sobre su secuestro. La relación entre ambas se deterioró aún más con el tiempo, llevando a un distanciamiento que ni la muerte de Ernestina pudo reparar.
Adicionalmente, Laura ha tenido enfrentamientos con otras figuras del espectáculo, como Cecilia Gabriela, con quien tuvo un incidente durante una obra de teatro, y con la actriz Yalitza Aparicio, a quien criticó por su nominación al Oscar. Además, su relación con su media hermana Thalía también ha sido conflictiva, marcada por declaraciones y comentarios incendiarios.
La vida de Laura Zapata es un reflejo de la complejidad de las relaciones familiares y las rivalidades en el mundo del entretenimiento, donde su carácter indomable y su disposición para defenderse la han mantenido en el ojo público, generando tanto admiración como controversia.