Gonzalo Vega, un ícono de la actuación mexicana, dejó una huella imborrable en el mundo del espectáculo a través de su destacada trayectoria en teatro, cine y televisión. Nacido el 29 de noviembre de 1946 en la Colonia Roma de la Ciudad de México, su vida estuvo marcada por la lucha y el amor por las artes, a pesar de las dificultades que enfrentó en sus inicios.
Desde joven, Gonzalo mostró una inclinación hacia la actuación, participando en festivales escolares y ganando concursos de oratoria. Sin embargo, su pasión lo llevó a una ruptura con su familia, que esperaba que siguiera una carrera más convencional. Su debut en el cine llegó en 1968 con la película “Los recuerdos del porvenir”, aunque enfrentó periodos de inactividad que afectaron su situación económica.
La década de 1970 fue essential para su carrera, destacándose en películas como “El lugar sin límites”, donde rompió barreras al interpretar un papel gay en una época de tabúes. Este filme no solo le otorgó reconocimiento, sino que se convirtió en una de las obras más importantes del cine mexicano. A pesar de su éxito, la vida private de Gonzalo fue tumultuosa; sus relaciones sentimentales, especialmente con la actriz Ofelia Guilmain, estuvieron marcadas por celos y conflictos que impactaron su carrera.
A finales de los años 80, Gonzalo alcanzó la fama masiva con la telenovela “Cuna de lobos”, que se convirtió en un fenómeno televisivo. Sin embargo, su vida private sufrió otro golpe con el divorcio de su esposa, Leonora Sisto. A pesar de las adversidades, encontró un nuevo amor en la actriz Hry Cesni, quien lo acompañó en sus últimos años.
Lamentablemente, su salud se deterioró debido a un síndrome mielodisplásico, lo que lo llevó a retirarse de la actuación. A pesar de los altibajos, Gonzalo Vega se mantuvo como un referente en la cultura mexicana hasta su fallecimiento el 10 de octubre de 2016, dejando un legado que perdurará en la memoria colectiva del país.