Juan Gabriel, una de las figuras más icónicas de la música mexicana, es recordado no solo por su extraordinario talento, sino también por su vida private llena de controversias y relaciones tumultuosas. A lo largo de su trayectoria, el “Divo de Juárez” tuvo numerosos romances, algunos de los cuales fueron muy mediáticos y polémicos. Se cube que, al momento de su fallecimiento en 2016, a los 66 años, mantenía una relación secreta con Isaac Efraín Martínez, un joven de 27 años. Sin embargo, este no fue su único amor; también se le relacionó con figuras como el español Juan Antonio Santaella y el cantante brasileño Naaar, lo que demuestra su gusto por hombres más jóvenes.
A pesar de su éxito, Juan Gabriel no estuvo exento de enemistades. Su relación con Vicente Fernández se deterioró tras un desaire en una cena, y la cantante Lupita D’Alessio también expresó su descontento al no recibir un trato favorable para grabar un disco. Además, su amistad con Rocío Dúrcal, que comenzó con admiración mutua, terminó en resentimiento debido a celos y cambios en su carrera.
La vida de Juan Gabriel fue un constante vaivén entre el amor y el desamor, no solo en el ámbito private, sino también en su relación con la industria musical y la política. Se le asoció con intentos de influir en la política mexicana, buscando alivios fiscales, lo que no siempre tuvo éxito. A pesar de su enorme popularidad y éxito comercial, también enfrentó críticas por su estilo y por no seguir las normas establecidas en el mundo de la música.
El legado de Juan Gabriel es innegable, con más de 150 millones de discos vendidos y éxitos que perduran en la memoria colectiva. Sin embargo, su vida private, marcada por romances secretos, enemistades y una lucha constante por su lugar en el mundo del espectáculo, añade una capa de complejidad a su figura. Años después de su muerte, su historia sigue generando interés y debate, reflejando la fascinación que su vida y obra continúan ejerciendo sobre el público.