Julio César Chávez, considerado uno de los más grandes boxeadores de México, revela sus luchas personales y adicciones en una confesión sincera.
A pesar de su éxito en el ring, con seis títulos mundiales y más de 20 millones de dólares en el banco, Chávez enfrentó problemas graves de adicción que afectaron su vida familiar.
El exboxeador comparte detalles sobre su infancia difícil, creciendo en un vagón de ferrocarril en Culiacán, y cómo eso moldeó su carácter y determinación.
Chávez admite haber tenido múltiples relaciones extramaritales, lo que complicó su matrimonio con Amalia Carrasco y afectó su relación con sus hijos.
Enfrentó serios problemas legales y estuvo vinculado con cárteles de narcotráfico durante el auge de su carrera, lo que lo llevó a situaciones peligrosas.
Después de años de lucha con las adicciones, Chávez encontró la esperanza en la rehabilitación y ha estado limpio durante más de 12 años, buscando inspirar a otros.
Su legado en el boxeo es indiscutible, con un récord de 107 victorias, 85 por knockout, y es recordado como un ícono del deporte mexicano.