Arqueólogos descubren una ciudad antigua en Tal el-Amarna, Jordania, que presenta evidencias de un evento apocalíptico, incluyendo techos derretidos y cerámica desintegrada. El hallazgo coincide con la narrativa bíblica de Sodoma y Gomorra, sugiriendo que la destrucción fue causada por un impacto cósmico que generó temperaturas extremas.
Investigaciones indican que la ciudad, que data de la Edad de Bronce, sufrió un abrupto final, dejando un vacío de vida durante 500 a 700 años, lo que podría estar relacionado con las tradiciones orales sobre su destrucción.