El legado de Lorne Greene, la icónica estrella de “Bonanza”, fue honrado en un emotivo funeral que reunió a familiares, amigos y admiradores de todo el mundo. Greene, conocido por su papel como el bondadoso patriarca Ben Cartwright, falleció el 11 de septiembre de 1987, dejando una huella imborrable en la historia de la televisión.
Su funeral, celebrado en Hillside Memorial Park, atrajo a aproximadamente 500 dolientes, entre ellos sus compañeros de reparto Michael Landon y Pernell Roberts, quienes compartieron el escenario con él en la serie. La ceremonia de 75 minutos fue un tributo conmovedor que destacó la generosidad y amabilidad de Greene, recordado por su hija Jillian como un hombre querido por todos.
Greene, nacido en Ottawa, Canadá, comenzó su carrera en el teatro y la radio antes de convertirse en una estrella de Hollywood. Su papel en “Bonanza” no solo transformó su vida, sino que también dejó un impacto duradero en el género western, siendo la primera serie de una hora filmada en color. La interpretación de Greene como Ben Cartwright fue aclamada por su profundidad y humanidad, evolucionando de un patriarca severo a una figura más cálida y acogedora.
La influencia de Greene se extendió más allá de su actuación. Su legado fue celebrado en varios medios, incluyendo un tributo de Canada Post que honró su contribución a la radio y la televisión. Su familia ha continuado su legado, organizando subastas de objetos personales que permiten al público conectar con su historia.
A lo largo de su vida, Greene no solo fue un actor talentoso, sino también una figura paterna para sus compañeros de trabajo. Su fallecimiento marcó el fin de una era, pero su legado perdura a través de las repeticiones de “Bonanza” y en los corazones de quienes lo admiraron. La historia de Lorne Greene es un recordatorio de la capacidad del arte para tocar vidas y crear conexiones duraderas.