Alma Rosa Aguirre, reconocida actriz de la época de oro del cine mexicano, falleció hace dos semanas a la edad de 95 años. Su muerte fue anunciada por la Casa del Actor, donde pasó sus últimos años rodeada del cariño de sus compañeros. La noticia conmovió a su familia y seguidores, destacando el legado que dejó en la industria del entretenimiento.
Su hija, Emma yela, rompió el silencio tras su partida, compartiendo un emotivo tributo en Instagram. En su mensaje, expresó que “el alma nunca muere” y agradeció a su madre por acompañarla en su vida. La relación entre madre e hija fue siempre cercana, aunque Emma optó por alejarse del mundo del espectáculo para llevar una vida privada más tranquila.
La fallecida actriz fue recordada por su contribución al cine mexicano, habiendo participado en numerosas películas que marcaron una época. A lo largo de su carrera, compartió la pantalla con grandes figuras como Vicente Fernández y Angélica María, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de la audiencia. A pesar de su éxito, Alma Rosa decidió retirarse a una edad temprana, buscando una vida fuera del ojo público. Su decisión de residir en la Casa del Actor fue impulsada por la necesidad de cuidados diarios y el deseo de socializar con otros artistas.
Elsa Aguirre, hermana de Alma Rosa, no pudo asistir al funeral debido a problemas de salud, pero su dolor fue palpable. La conexión entre las hermanas fue profunda y se reflejó en las palabras de Elsa, quien se mostró agradecida por haber compartido su vida con Alma Rosa. Ambas actrices iniciaron su carrera juntas en el cine, siendo parte fundamental de la historia del entretenimiento en México.
El legado de Alma Rosa Aguirre perdurará a través de sus películas y en los corazones de aquellos que la conocieron. Su vida, marcada por el amor y la pasión por la actuación, es un testimonio de una época dorada que sigue resonando en la memoria cultural del país.