Frida Sofía rompe su silencio tras tres años de distanciamiento con su madre, Alejandra Guzmán, revelando traumas de su infancia.
La joven de 32 años presenta una denuncia penal contra su abuelo, Enrique Guzmán, por supuestos abusos en su niñez.
Frida describe su vida bajo la presión de la fama y el lujo, marcada por experiencias traumáticas y un constante estado de alerta.
La relación entre Frida y Alejandra ha sido compleja, con momentos de felicidad y desencuentros que han dejado cicatrices emocionales.
Frida busca sanar y encontrar su voz, apoyándose en terapias y en la sabiduría de su madrina, María Félix.
A pesar de las críticas y el desprecio, Frida se muestra decidida a contar su verdad y enfrentar su pasado.
La situación familiar se complica con la lucha de Frida por justicia, mientras expresa su deseo de reconciliación con su madre.