Sergio Pérez enfrenta críticas tras una actuación decepcionante en el Gran Premio, especialmente en condiciones de lluvia, donde su rendimiento fue calificado de “desastre”.
Red Bull tardó en reaccionar al cambio de chasis para Pérez, lo que ha generado preocupación sobre la estrategia del equipo y su impacto en el campeonato de constructores. A pesar de los desafíos, Pérez mostró un ritmo competitivo en la carrera Sprint, destacando su comodidad con el auto, lo que sugiere una posible mejora en su desempeño futuro.