Silvia Fernández Barrio ha lanzado acusaciones explosivas contra Diego Brancatelli, desatando un escándalo mediático en Argentina. Durante un debate en el programa Puro Show, Fernández Barrio, excompañera de Brancatelli en Intratables, lo acusó de tener vínculos con los servicios de inteligencia y de ser un “ensobrado”. Estas declaraciones han generado un revuelo sin precedentes y han capturado la atención del país entero.
El cruce se produjo en medio de la controversia por la reciente condena a Cristina Fernández de Kirchner, lo que encendió aún más las tensiones en el estudio. Mientras Brancatelli defendía a la expresidenta, Fernández Barrio interrumpió con acusaciones que paralizaron el ambiente. “No solo es un ensobrado, sino que además responde a la SIDE”, afirmó, provocando un silencio tenso entre los presentes.
La gravedad de sus palabras ha dejado a muchos atónitos. Aunque no presentó pruebas concretas, su seguridad al hablar y la falta de contradicciones en el panel han alimentado el debate. Las redes sociales estallaron en reacciones, dividiendo a los usuarios entre quienes apoyan a Fernández Barrio y quienes critican su falta de evidencia.
Brancatelli, conocido por ser un ferviente defensor del kirchnerismo, aún no ha respondido públicamente, pero su historial sugiere que no permanecerá en silencio por mucho tiempo. La figura del “ensobrado” implica serias acusaciones de corrupción y falta de independencia en el periodismo, lo que podría tener repercusiones significativas en su carrera.
Este episodio no solo pone en tela de juicio la integridad de Brancatelli, sino que también abre un debate sobre la relación entre el periodismo, la política y el poder. En un contexto donde la desinformación es moneda corriente, la pregunta persiste: ¿quién controla al mensajero? La libertad de expresión debe ser defendida, pero también debe ser responsable. La tensión en el aire es palpable y el desenlace de esta historia promete ser explosivo.