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ESTALLO PALLARES EN VIVO Y DENUNCIA A ANDINO Y A VARIOS COLEGAS QUE ESTARÍAN INVOLUCRADOS EN CHANCHULLOS.

¡URGENTE! El periodista Adrián Payares ha desatado una tormenta en la televisión argentina al denunciar en vivo irregularidades en la TV pública, acusando a colegas como Guillermo Andino y otros de estar involucrados en “chanchullos” que comprometen la integridad del medio. Durante su intervención en el programa “Intrusos”, Payares, visiblemente enfadado, expuso que ciertos programas son financiados de manera oscura, utilizando dinero público para sostener contenidos que no deberían estar en la televisión estatal.

La explosiva revelación se ha convertido en tendencia número uno en las redes sociales, desatando un debate candente sobre la ética en la programación pública. “Estamos pagando para que se emitan programas que no aportan nada”, afirmó Payares, sugiriendo que el 85% de la programación está “llena de laboratorios” y que muchos de los presentadores no deberían estar recibiendo salarios del canal público.

Los rumores que han surgido a raíz de su denuncia son alarmantes: se habla de acuerdos entre laboratorios farmacéuticos y la TV pública que permitirían la promoción de productos sin el debido aviso como publicidad. Además, se menciona que algunos productores cercanos al poder político conseguirían espacios en la programación sin licitación, utilizando fondos públicos de manera encubierta.

La reacción ha sido inmediata y contundente. Muchos trabajadores de la TV pública se sienten traicionados y preocupados por la calidad de los contenidos, lo que ha generado un clima de tensión interna. Esta situación no solo afecta a los involucrados, sino que plantea preguntas cruciales sobre la transparencia y el uso de los recursos públicos en la televisión estatal.

Payares ha abierto un debate que no puede quedar en el aire. La ciudadanía tiene derecho a exigir claridad sobre quién financia qué y por qué. Este escándalo podría ser solo la punta del iceberg en una crisis más profunda dentro de la televisión pública. ¡La conversación ha comenzado y no podemos quedarnos callados!